Hace ya más de una semana que terminó la WordCamp Pontevedra, pero aún se siente el buen rollo que queda después… Yo sólo había oído hablar de WordCamps, pero nunca había ido a una, ¡y mucho menos participar en la organización de una! así que entenderéis el subidón, y perdonadme si sueno sobre-emocionada.
Hace unos meses cuando Juan me propuso formar parte del equipo de organización de este evento, me sorprendió, pensé para mi misma, necesitarán a alguien para cargar unas cajas, no sé… la verdad es que sí que había ido a algunas meetups, y me encantaron, pero hasta entonces no era yo la persona más activa en la comunidad que te puedas encontrar. Pero bueno, ahí me fui, en plan ¿y por qué no?
Los meses previos
Durante casi un tiempo, cuando Juan estaba sudando la gota gorda para conseguirnos una ubicación de lujo en la Uni (si, de lujo, a pesar de las escaleras, que si no fuera por ellas, ¡a ver quien se comía todos esos agujeros de donuts!), yo me preguntaba, bueno, pues esto, tampoco es para tanto, ¿no? un par de presupuestos por aqui otros por allá… ¡maloserá!
Pero a los poquitos de cada uno (o muchitos de otros), se va dando forma al evento, aunque en realidad fue allá por el medio del verano cuando se empezó a notar algo de tensión. Estos meses previos, fueron geniales para ir conociendo un poco más al equipo, y empezar a coordinarnos. A los paisanos de Pontevedra, como Jorge, Juan o Wajari los tenía controlados, o a José Luis (¿quién no conoce a José Luis a estas alturas?), pero había muchos otros y otras que conocía de nombre y poco más, porque pocas veces coincidimos. Pero nada como una reunión a las 2 del mediodía en una plaza a 35 grados a la sombra para hacer equipo, ¡sudar juntos une mucho! La que más sudaba era Lúa, cuando Jorge le empezó a contar las ideas que tenía para el juego de cartas… pero ya bien sabéis que mereció la pena.
Y la WordCamp llegó a Pontevedra
Ese viernes 21, yo tenía la misma sensación que cuando viajo en avión, una mezcla entre nerviosismo, ansiedad y emoción, que no me cabía en el cuerpo.
El viernes en la Uni, preparando las bolsas y acreditaciones ya nos dio una idea de la intensidad que iba a tener el fin de semana.
Fue una gran oportunidad para conocer a los voluntarios con los que nunca había hablado: Laura, Diego, Lhosca, Gerardo, Moisés, Dani, Carlos, Paula… y todos los demás (perdonadme, soy un desastre con los nombres, incluso con acreditación y todo), fue un placer conoceros a todos y quiero aprovechar para daros las gracias, sin vosotros nunca hubiera salido adelante!
El sábado fueron unas de las 24 horas más intensas que recuerdo. Obviamente, aprendimos mucho sobre WordPress, los ponentes y las charlas que vi, fantásticos, me supieron a poco. Hubo momentos en que me hubiera gustado tener la poción de clon del Clash Royale para poder estar en dos tracks al mismo tiempo, pero no pudo ser.
Se conoce a gente muy interesante, se lo pasa uno muy bien, se come pulpo y se bebe cerveza, y todas esas cosas que han estado comentando todos los WordPresseros por Twitter… un día completito, vamos.
Y el domingo, pues bueno, allí estábamos todos fichando de nuevo, con ganas de más marcha, aunque ya más relajado todo. Me gustó mucho ver la alta participación en los equipos de contribuidores, y un momento muy especial para mi fue poder participar en la traducción de WP a galego. No sabía que se estaba haciendo ¡y ahora ya estoy enganchada!
Qué significó para mí
Además de todas las experiencias que ya comenté arriba, lo que yo me llevo de esta WordCamp son dos cosas principalmente; por un lado, el crecimiento personal que me ha aportado el hecho de haber formado parte de esto y verlo completado, el poder aportar mi granito, y saber que sí, que puedo salir de mi curruncho y abrirme al mundo y que el mundo está ahí para mí. Y, por otro lado, la gente maravillosa que forma esta comunidad. Cada uno de ellos, desde los organizadores, a los voluntarios a cada uno de los asistentes que han estado allí, a los ponentes, por supuesto, y los patrocinadores. Todas las personas que han querido participar en la primera WordCamp de Galicia y hacerla posible. Saber que hay personas así, con ganas de trabajar, de aportar y compartir conocimiento y experiencias a cambio de nada. Bueno, a cambio de nada no, a cambio de ver como la comunidad sigue creciendo y progresando día a día.
Pues eso, no ha sido sólo un finde intenso, han sido muchos meses, de ir conociendo poco a poco a una gente que ya considero amigos, aprender de ellos y ver con gusto como hay gente que se entrega tanto por la comunidad.
Muchas gracias a todos, ¡nos vemos en la siguiente!