No voy a contar nada que no sea evidente si has leído algunos comentarios que he hecho por ahí. Hace un año que asistí a mi primera WordCamp, como no, en Pontevedra. En aquella ocasión tuve sentimentos encontrados entre echar una mano como voluntario o despreocuparme e ir como asistente. Elegí la segunda opción y disfrutar sin preocupaciones de todas las ponencias. Pero, en cuanto terminó, hice saber al «señor presidente de WordPress Pontevedra», Juan Hernando, mi interés en formar parte del equipo organizador en la siguiente edición.
Hay un antes y un después de asistir a tu primera WordCamp. Pero no te digo nada después de que, en tu segunda WordCamp, te encuentres con un montón de gente que te reconoce, se acuerda de tu nombre y en muchas ocasiones hasta donde te ha conocido. No voy a decir nada nuevo para quien ya está metido «en esta nuestra comunidad» cuando digo que a una WordCamp la gente va con una predisposición increíble a hacer amigos, compartir y buscar sinergias que en otros ámbitos son impensables.
Un pedazo de equipo
Formar parte del equipo de organización ha sido una gran experiencia y, sin duda me gustará volver a formar parte del equipo en PonteWordCamp 2020. Ha habido momentos de caos, cosas que salieron muy bien, pero que vimos que podrían ser mejorables; cosas inesperadas que pusieron a prueba nuestra capadidad de improvisación sobre la marcha. Creo que superamos correctamente todas las pruebas.
Y la evidencia de haberlo conseguido, las sonrisas de los nuevos, de los que repiten y de todos los que trabajamos para hacerlo posible.
Organizar un contributor day
Fue mi principal misión en esta edición, aunque no la que más trabajo me dió. Lo más difícil de esta tarea no es conseguir personas que guíen las mesas, todos estuvieron más que dispuestos a liderar un equipo de contribuidores. Así que gracias a Ana Cirujano, Joan Artés, Ibon Azoitia, Pablo Moratinos, Fernando Tellado, Mónica Villagrá, José Luis Losada y Javier Casares. Sin olvidar a quienes formaron las mesas de traducción a portugués, José Freitas y Pedro Fonseca, ayudando a estrechar lazos entre las comunidades gallega y portuguesa, y Carlos Macías y Jesús Amieiro que se pusieron las pilas con las traducciones a gallego.
Pero lo realmente complicado es conseguir que, sobre todo quienes asisten por primera vez, se decidan a aportar un poquito de su tiempo a WordPress. Me quedé con ganas de más gente aunque creo que otros organizadores se sintieron aliviados de no sobrepasarnos con los asistentes.
Poco más que decir en este resumen rapidito. Hay que ir apuntando ideas para que el año que viene tengamos más: más charlas, más gente, más voluntarios, más contribuidores, y más ganas que nunca de hacer que todo salga bien.
¡Un abrazo!
Aquí la versión extendida: https://www.soyunignorante.es/pontewordcamp-por-un-cachito-de-pizza/
