2019 ha sido a nivel profesional el año más decepcionante para mí, lo que me ha llevado a estar más alejada y desconectada de la Comunidad. Y eso ha tenido un impacto directo en mi aportación al evento: tiempos de entrega, calidades e implicación.
He llegado tan «a rastras» que me planteé dar un paso atrás el año siguiente. Por coherencia, si no vas a dar el 100% en un evento así es mejor ceder el lugar a alguien que sí pueda…
Así que con todo ese lío en la cabeza llegué al evento, después de estar un año entero sin ver a nadie de la comunidad de Pontevedra.
Y es increíble la re-acogida. La sensación de que no ha pasado el tiempo, que sumas, que no importan tus circunstancias porque el mero hecho de estar ahí ya cuenta. Que si alguien no llega a todo rápidamente aparece otra persona dispuesta a unir fuerzas y sacarlo adelante (gracias otra vez, Carlos, por tu fantástico trabajo). Que nos une el querer compartir, de manera desinteresada. El querer aportar, ayudar, enseñar. Siempre con una sonrisa.
Este año la PonteWordCamp ha hecho que volviese a creer en la buena gente. Que sí existen personas con buenas intenciones, que se dejan la piel durante un año para que en 3 días otras puedan disfrutar.
No importan tus conocimientos sobre WordPress. No importa de dónde vengas, ni cómo te llames, ni tus galardones. Lo que importa de una WordCamp son las personas. Y de esta en concreto, el ambiente y la energía tan especial que te llevas.
He llegado a casa con ganas de que llegue 2020. Habrá que empezar a trabajar.
P.D.: gracias a todos
¡Vaya que si cuentas Lúa! Me alegra saber que te has llevado de tu familia pontevedresa energía y ganas de seguir adelante. Lo bueno que tiene este equipo es que al final cumple, y aún siendo los primeros críticos con nosotros mismos, también tenemos que coger perspectiva y darnos cuenta de que… oye, no lo hacemos ni tan mal (o eso o hay cientos de mentirosos ahí fuera xD). A ver si en 2020 te puedes escapar algo más a vernos u organizamos una buena excursión hasta Ézaro, ¿no? Todo sea para que le presidente Wajari te empiece a pedir que rellenes las alas del logo de alguna cosa rara, de arepas o algo así 😛
Hay épocas y épocas, y sea cual sea la que tengas, siempre hay otras personas que dan ese paso adelante para cubrir tu lugar y cederlo cuando vuelves. Por mi experiencia personal, siempre toca un descanso gordo de tanto en tanto, y te animo a que vuelvas, aunque sea reservando un rato cada mes para saludar y desconectar. La salud mental lo agradece, y como siempre le digo a los nuevovenidos: si algo diferencia a la Comunidad WordPress es la buena gente y el buen rollo que hay.
Montamos una excursión a Ézaro en un abrir y cerrar de ojos. «Nos pilla de camino». Ve preparando una ponencia para que no tengamos excusas.
Ha sido un placer meterme donde nadie me llama y, esta vez, acertar en el momento justo.
😉
Ha sido genial volver a verte y espero que no tenga que pasar otro año para volver a encontrarnos, ¡aunque sea virtualmente! ¡Un abrazo!
¡Lúa es que vives lejos de carallo! 😉
Pero entiendo tu reflexión, y me alegra mucho que la experiencia te haya servido para seguir confiando en la gente.
Lo importante es saber, como bien señalas, que las WordCamps son las personas que forman parte. Por esa razón, si no puedes venir más a menudo, no pasa nada, estás de alguna forma en todas las meetups, y como dice Carlos, ya montamos una excursión para Ézaro.
Así que nos veremos pronto por allá. Un abrazo,